La cena con directivos.

Puede que todavía no te haya ocurrido o que lo veas muy lejano en tu carrera, pero nunca puedes ignorar una nueva herramienta en el proceso de selección que cada vez está adquiriendo más importancia. Estamos hablando del almuerzo o cena con directivos, tradicionalmente (aunque no necesariamente) enmarcada dentro del Assessment Center. Como todos los ejercicios que se incluyen en el assessment center, la cena también busca medir o encontrar aspectos del candidato que no pueden verse tan fácilmente en otras situaciones. De esta forma, en torno a una mesa, los directivos pretenden aprovecharse de una situación más relajada de la habitual para así poder identificar caracterísitcas ocultas de los candidatos.

Es de esta forma, enmarcados en un clima muy diferente al de una oficina, donde el directivo puede evaluar más fácilmente características más profundas de la personalidad del candidato. Para ello dispone de la posibilidad de profundizar en las inquietudes del candidato, en su trayectoria profesional, en sus hobbies, y en definitiva, ver de forma clara como se adecúa al perfil de la empresa y como empatiza con el carácter de los directivos. Para los candidatos que se encuentren en esta situación, deberán tener en cuenta algunos puntos básicos. Para empezar, es necesario ser comedido con los alimentos, teniendo en cuenta que puede ponderarse negativamente tanto comer en exceso como en defecto, y siempre debe tenerse en cuenta el ritmo de la comida (acabar mucho antes o mucho después que los demás puede resultar negativo). Del mismo modo, el candidato no debe sentirse tenso durante la comida, sino que debe saber guardar las formas mientras se muestra simpático y agradable durante la comida. Resulta muy importante a su vez tratar con todos los directivos, llamándolos siempre por sus nombres y sin relegar a alguno de ellos en temas que puedan ser demasiado específicos u orientados a pocos de los directivos presentes. Por ello resulta muy efectivo sacar temas de sus trabajos, a poder ser que no sean recientes, ya que quizá hacen que los diferentes directivos se involucren demasiado, pudiendo generar tensiones o discrepancias entre los presentes. Es por ello que una buena táctica es hablar de los inicios en la empresa, intentando desprender emociones del directivo y sintiéndose muy interesado por su trayectoria; en definitiva, haciendo ver al directivo que su vida profesional es el mejor espejo donde el candidato quiere verse.

En resumen, esta nueva herramienta para predecir el comportamiento del candidato se está imponiendo como un efectivo método para complementar los demás ejercicios del assessment center, ya que si bien no se focaliza en aspectos técnicos propios del lugar de trabajo, si que se caracteriza por ahondar en las cualidades personales del candidato que permitirán predecir la compenetración y adaptabilidad del candidato con los diferentes miembros del equipo.